21/12/07

Como zombis…




El dolor es algo de lo que huimos pero nos atrae de una manera inconsciente…

Nos acercamos a el como si fuéramos zombis, sin alma, sin pensamientos, solo actuamos y nos dañamos.

Muchas veces sabemos cual es la solución de las cosas, pero aun así… actuamos contrariamente… todos los indicios señalan una dirección…. y tomamos la contraria.

Dejar un hábito siempre es difícil, planteamos situaciones en las que nos vamos a herir, vemos como pasa por delante nuestra la persona y en lugar de seguir nuestro camino, la seguimos como si fuera exactamente lo que necesitamos, lo único que existiera y el único camino.

Más tarde llegamos a nuestra casa, y cuando somos conscientes o vislumbramos un poco de luz, pensamos:

- yo jamás haría eso…

Pues lo hiciste, y además seguro que más de una vez…

El hecho de seguir nuestro propio camino seria suficiente para conseguir que el resto de cosas no nos afectaran, nos afectaría pero no de la misma manera, seriamos capaces de siempre ver el lado positivo, pero… si supeditamos nuestro camino a otro tipo de situaciones, o de vidas, acabamos siendo dependientes de las personas o situaciones.

Tenemos que seguir nuestro propio camino ya que, en alguna ocasión, se puede cruzar con el de otra persona, pero nunca viviremos lo mismo que ésta, ni ésta lo mismo que nosotros.

Vivimos en busca de esas personas que nos acompañen en nuestro camino, que nos lo hagan mas ameno, mas fácil y divertido, buscamos sin cesar cosas en el exterior que tenemos que buscar en el interior, nos comparamos con el resto para sentirnos mejor (o peor) y evitamos tomar decisiones por nosotros mismos para no ser responsables de nuestros actos, siempre pedimos consejos, y una pequeña parte de nuestro ser descansa en paz, sabiendo que si cometemos un error… no es del todo nuestra culpa.

Ojalá todo el mundo fuera capaz de tomar las decisiones por si mismo, decir… hoy voy a hacer esto, y hacerlo, realmente todos seriamos mas felices si eligiéramos lo que queremos hacer escuchándonos a nosotros mismos y sin fijarnos en los demás.

Ojalá yo fuera capaz de tomar todas mis decisiones sin vacilar, fijarme en mi propio camino y ser feliz…

Recuerda siempre Antonio, tu camino es personal e intransferible.

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